Lo cierto es que no me gusta recomendar discos entre otros motivos porque no creo estar capacitado para hacerlo. Pienso que es algo demasiado difícil y no menos arriesgado. Considero que para ello hay que estar muy cultivado y tener un buen criterio avalado por diversas experiencias a lo largo de los años, y tengo claro que no es mi caso.
Lo que si que me he atrevido alguna vez (muy pocas) y voy a volverlo a hacer ahora, es una reseña sobre un disco que me gusta, y mucho. Algo que dista mucho de ser una recomendación.
Para mí este disco es un momento muy especial. Un disco que desde el primer momento se convirtió en uno de mis favoritos. Por cierto, un disco que he escuchado varias veces los últimos días.
En el se dan cita cuatro protagonistas excepcionales, al margen de la música en sí y sus autores.
Uno de ellos es posiblemente una de las mejores familias de instrumentos para expresar los sentimientos humanos. Así se la consideró al menos durante más de tres siglos y medio. Me estoy refiriendo a las violas de gamba.
Otros dos son maestros incuestionables, Gustav Leonhardt y Sigiswald Kuijken.
El cuarto, el Maestro del gran Maestro. El Maestro de Jordi Savall, Wieland Kuijken.
Estos músicos y otros, lo tuvieron muy difícil en la década de los sesenta al tratarse la música antigua prácticamente de una gran desconocida para la mayoría de la gente comparado con los últimos años. Por tener ellos que abrir el camino de la interpretación con criterios historicistas reales entre otras cuestiones.
Tienen en cambio todavía mucho que decir a través de algunas joyas discográficas del pasado y en registros actuales alguno que otro. Los que sobreviven tienen una edad más que respetable.
¡Que manera de comunicar, que forma de transmitir, que manera de interpretar, que forma de emocionar!
De historicistas ?anticuados? como alguna vez he escuchado nada de nada, para mí, claro.
Me resulta absolutamente conmovedor el sollozo de las violas aquí, en el Tambeau de Mr. Sainte-Colombe de Marin Marais.
O la pulsación perfecta y profunda del Sr. Leonhardt en la interpretación de un preludio de piezas para clave del libro publicado en 1689 del extraordinario Jean Henri d´Anglebert.
O la extrema delicadeza por ejemplo en La Sylva, de la Suit nº V para viola de gamba y b.c. de Antonie Forqueray.
Lo dicho, un registro que me llega muy profundamente.
El disco,
MUSIC IN VERSAILLES
DHM 82876 70040 2
Un saludo.
Jordi Vicente.
Los maestros y el maestro del maestro.
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Jordi Vicente
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Alberto Sosa
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Estimado amigo Jordi:
Pienso que no deberías dudar lo más mínimo a la hora de hacer una recomendación discográfica. En primer lugar y contestando a tu mensaje debo decirte que te encuentras perfectamente capacitado para hacerlo; es más, cualquier persona aunque con poco bagaje podría hacerlo, ya que se trata de expresar con total singularidad y en base a un criterio personal las sensaciones que le produce la música; en tu caso, además, tienes unos conocimientos más que notables respecto al movimiento historicista que abandera la música antigua. Desde mi punto de vista es más importante ser permeable al contenido de la música que conocer mucho todo lo que le rodea, que sin duda alguna también enriquece. Personalmente conozco a varios críticos musicales que vierten frecuentemente comentarios sobre música antigua en medios públicos y puedo constatar que adolecen de entusiasmo y sensibilidad para trasmitir, como haría la propia música, la verdadera esencia de la misma.
Cuando uno de nosotros muestra su entusiasmo respecto a una grabación, inconscientemente la está recomendando y me parece totalmente elogiable, fundamentalmente por querer compartir algo que le seduce.
Yo personalmente te animo a que lo sigas haciendo, ya que las pocas intervenciones al respecto que has tenido en el foro son sencillamente magistrales. Se nota convencimiento, conocimiento y seducción. Recuerdo con mucho agrado el mensaje que hiciste sobre la conmovedora interpretación de Claire Lefilliâtre en el majestuoso ?Il Fásolo?, grabado por Dumestre en Alpha . A partir de tu intervención tuve necesidad de conversar contigo, por afinidad con el contenido del mismo.
El disco que citas es de una belleza extrema y fue un disco mío de cabecera durante muchos años. Coincido contigo también con lo que comentas de los interpretes del mismo. Son los grandes instauradores de la música antigua en nuestra era, con conocimiento de causa. Tuvieron que romper con toda una tradición ?edulcorada/coloreada/deformada? en la reproducción de la música del pasado, a partir de estudios minuciosos y extensos del verdadero sonido de la misma, y estuvieron vetados durante muchísmo tiempo por un público reaccionario que impedía expresar lo que tenían muy claro (dicho en sentido figurado). Hoy día, afortunadamente, todo ha cambiado y de forma extensiva se acepta el criterio que inauguraron estos grandes talentos y prácticamente no se entiende la música antigua si no es concebida de forma idéntica al tiempo en que se creó.
Desde aquí, insisto en animarte para que continúes volcando las sensaciones que te producen estas joyas de la música del pasado, nuestra música.
Un abrazo
Alberto
Pienso que no deberías dudar lo más mínimo a la hora de hacer una recomendación discográfica. En primer lugar y contestando a tu mensaje debo decirte que te encuentras perfectamente capacitado para hacerlo; es más, cualquier persona aunque con poco bagaje podría hacerlo, ya que se trata de expresar con total singularidad y en base a un criterio personal las sensaciones que le produce la música; en tu caso, además, tienes unos conocimientos más que notables respecto al movimiento historicista que abandera la música antigua. Desde mi punto de vista es más importante ser permeable al contenido de la música que conocer mucho todo lo que le rodea, que sin duda alguna también enriquece. Personalmente conozco a varios críticos musicales que vierten frecuentemente comentarios sobre música antigua en medios públicos y puedo constatar que adolecen de entusiasmo y sensibilidad para trasmitir, como haría la propia música, la verdadera esencia de la misma.
Cuando uno de nosotros muestra su entusiasmo respecto a una grabación, inconscientemente la está recomendando y me parece totalmente elogiable, fundamentalmente por querer compartir algo que le seduce.
Yo personalmente te animo a que lo sigas haciendo, ya que las pocas intervenciones al respecto que has tenido en el foro son sencillamente magistrales. Se nota convencimiento, conocimiento y seducción. Recuerdo con mucho agrado el mensaje que hiciste sobre la conmovedora interpretación de Claire Lefilliâtre en el majestuoso ?Il Fásolo?, grabado por Dumestre en Alpha . A partir de tu intervención tuve necesidad de conversar contigo, por afinidad con el contenido del mismo.
El disco que citas es de una belleza extrema y fue un disco mío de cabecera durante muchos años. Coincido contigo también con lo que comentas de los interpretes del mismo. Son los grandes instauradores de la música antigua en nuestra era, con conocimiento de causa. Tuvieron que romper con toda una tradición ?edulcorada/coloreada/deformada? en la reproducción de la música del pasado, a partir de estudios minuciosos y extensos del verdadero sonido de la misma, y estuvieron vetados durante muchísmo tiempo por un público reaccionario que impedía expresar lo que tenían muy claro (dicho en sentido figurado). Hoy día, afortunadamente, todo ha cambiado y de forma extensiva se acepta el criterio que inauguraron estos grandes talentos y prácticamente no se entiende la música antigua si no es concebida de forma idéntica al tiempo en que se creó.
Desde aquí, insisto en animarte para que continúes volcando las sensaciones que te producen estas joyas de la música del pasado, nuestra música.
Un abrazo
Alberto
... y la música continuaba aún cuando el sonido había desaparecido.