Así es, amigo Pau. Es el precio que hay que pagar para que estas cajas funcionen como se espera de ellas. Y no es moco de pavo, por cierto. Lo que puede resultar curioso es que, a estas alturas, lo comentemos maravillados, como un descubrimiento espectacular, después de años bregando con esta marca y de comentar o leer cosas en este foro que no iban en la misma onda. Creo, humildemente, que hemos ensalzado en demasía combinaciones de estas cajas con una amplificación de altísima calidad pero claramente insuficiente para descubrir el verdadero rostro sonoro de las atc, gusten o no gusten después por las razones que sea.
En todo caso estoy muy de acuerdo con que la biamplificación ha supuesto el salto cualitativo más relevante de cuantos he experimentado hasta ahora con estos cajones en el almacén. Eso no quita para que la diferencia entre escucharlas en una sala medio acondicionada o hacerlo de forma despreocupada sea muy grande, incluso estando bien amplificadas.
Un ejemplo ilustrado de lo que comento:
La diferencia de sonido entre estas dos configuraciones para tratar las primeras reflexiones de la pared frontal es muy evidente, realmente notable. En un caso se utilizan exclusivamente paneles absorbentes que actúan en medias y altas frecuencias y, en el otro, se ha aplicado una combinación entre absorción (paneles centrales) y difusión (paneles claros).
Diría más: como se aprecia, los dos absorbentes centrales de la primera foto están separados entre sí unos 20 cm y van unidos en la segunda. Poca cosa, ¿verdad? Sólo es un palmo de diferencia... Sin embargo, los efectos sobre la profundidad de la escena y en la ubicación de instrumentos y voces son muy notorios, claramente mejores con los paneles sin espacios entre sí. Y el cambio sale gratis. Imaginaos la diferencia con esa pared desnuda, tal como estaba originalmente. No sólo hay mejoras espaciales verdaderamente notorias, sino también en la tímbrica del sonido: menos fatigante, con mayor riqueza armónica, más real y, globalmente, muchísimo más placentero.
Por otra parte, tal como apreciáis por las fotos, estamos hablando de un acondicionamiento acústico pedestre (nada caro, por cierto, aunque feo de narices), que dista mucho del ideal que podría llegar a aplicarse pero, como en otros asuntos, cada uno que se marque su propio límite.
Un abrazo colectivo.