Música de fin de semana

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Alberto Sosa
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Mensaje por Alberto Sosa » Jue 18 Oct 2007 11:15

MFG escribió:Por tu respuesta, efectivamente, me doy cuenta de que no estuve afortunado y no transmití, ni de lejos, el humor que le quise imprimir al asunto. Ya quisiéramos escribir como tú lo haces, en prosa o en verso.
Debo recordarte, y lo hago sin rasgos hipócritas y sin pretender adularte, que tú escribes bastante más ordenado que yo y con bastante más precisión. Eres un orador "al bolígrafo" de muchísima enjundia.

Manuel, que te conozco y sé positivamente el grado de "chispa" que sueles volcar en tus expresiones. ¿Por qué no ibas a estar afortunado?. Soy yo quien, por exagerada susceptibilidad, interpreté lo que no debía.

Insisto, en breve te voy a ?brindar? (sin alcohol, como los buenos toreros) un nuevo trabajo del maestro, que en este caso me temo que te hará sacar el pañuelo, ¿para qué?, ya se verá.

Vete ilustrando, en caso de no conocerlo. Se va a tratar de uno de los mejores trabajos del belga, en este caso dedicado al italiano Costanzo Festa.

Imagen
Piensa que será tuyo en breve. A YBA hay que darle de comer verdaderas exquisiteces y verás que lustroso se pone.

Un abrazo
Alberto
... y la música continuaba aún cuando el sonido había desaparecido.

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MFG
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Mensaje por MFG » Jue 18 Oct 2007 20:32

Bueno, Alberto, ya has conseguido animarme con el ?brindis? de ese precioso disco de Festa. Me hace mucha ilusión, al igual que el anterior. Creo que me corre ya la sangre porque percibo el tono de la piel como más natural?

Muchas gracias, incluso, por tus inmerecidos elogios, tan andaluces ellos.

Un abrazo,
Manuel Fernández

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MFG
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Mensaje por MFG » Lun 29 Oct 2007 20:42

Hola a todos.
Este fin de semana ha sido un poco ajetreado, dado que he empezado a pelearme con la acústica de la sala. Aun así, he conseguido reservarme un poco de tiempo y disfrutar de algunos discos realmente interesantes que me apetece compartir con vosotros.

He empezado a introducirme en las obras del excelente compositor francés Charles Koechlin, del que reseño una breve biografía para quienes no estéis familiarizados con él:

Charles Koechlin (1867-1950). Compositor y teórico musical francés, nacido en París. Entró en contacto con la música a muy temprana edad escuchando a su hermana tocar el piano, lo que hizo despertar su joven imaginación. Hizo su primer intento de composición a los 15 años y asistió regularmente a conciertos y óperas que le introdujeron en la música de compositores como Gounod, Berlioz, Saint-Saëns, Franck, Bizet, Massenet, Wagner y Chopin. Estudió ingeniería civil en la Escuela Politécnica de París pero tuvo que abandonar la carrera por una tuberculosis que estuvo a punto de costarle la vida. Poco después empezó los cursos regulares del Conservatorio (1890-97), donde tuvo como profesores a Massenet, Gédalge y Fauré. Fue alumno de confianza de este último, hasta el punto de que le pidió que orquestase Pellèas et Mèlisande, cosa que hizo en 1936. En 1903 contrae matrimonio con Suzanne Pierrard, y al año siguiente funda con Ravel y Fauré la Societé Musicales Indépendante. Desde 1917 imparte clases de música en diversas instituciones parisinas, entre sus alumnos destaca Francis Poulenc. Esta actividad pedagógica la continúa en diversas universidades de EE.UU. Dio cursos en la Schola Cantorum de París desde 1937 y ejerció notable influencia en el mundo musical, sobre todo a través de sus dos obras teóricas: Traité de l'Orchestration (1949) y Traité de l'Harmonie (3 vols., 1927-30). Como compositor, experimentó en las nuevas técnicas del politonalismo, serialismo y atonalismo, con obras como L'abbaye (1908), Le buisson ardent (1938) y una serie de canciones y poemas sinfónicos basados en el Libro de la selva de Kipling, que concluyó cuando contaba 72 años de edad. Aunque admirador de la música de Fauré, Koechlin se caracteriza por la completa libertad en el tratamiento del material sonoro. Su música concluye en el politonalismo de sus últimas obras, en las que la armonía se revela como el elemento expresivo primordial.
Murió el 31 de diciembre de 1950 en Le Canadel (Francia) a los 83 años de edad.

Se trata de uno de esos compositores sorprendentemente muy poco conocidos que, sin embargo, nos dejó un legado musical verdaderamente notable en cantidad y calidad. Reseñaré varios discos de este magnífico autor a medida que los vaya escuchando.
Empiezo por este:

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Título: Obras Vocales con Orquesta
Coro y Orquesta de la Radio SWR de Stuttgart
Juliane Banse, soprano.
Heinz Holliger, director.
Sello: Hänssler Classic. SWR Music. CD 93.159
Grabación: Stuttgart, 1 de junio de 2004

Este recital recoge una serie de canciones con acompañamiento orquestal compuestas originalmente para piano entre 1890 y 1910 y que fueron brillantemente orquestadas por el propio Koechlin a lo largo de un buen número de años, entre 1894 y 1944. En ellas se observa la huella de Fauré, Massenet, Debussy y Ravel. La atmósfera ensoñadora de estos poemas es de una extraordinaria belleza, para sentarse y dejarse llevar incondicionalmente por su evocadora melodía, de principio a fin. La soprano Juliane Banse sabe ser alegre, dramática y sombría en estas partituras. Un gran trabajo el suyo. Atentos a la última pieza del disco 2: ?Chant funèbre á la mémoire des jeunes femmes défuntes?. Sobrecogedora.

Casi toda la música aquí ofrecida es una primicia absoluta ya que sólo alguna pieza ha sido anteriormente interpretada, lo que otorga mayor interés, si cabe, a este magnífico lanzamiento. Incluye, asimismo, la maravillosa Chanson de Mèlisande, de Fauré, orquestada por Koechlin.

No quisiera despedirme sin antes mencionar el extraordinario disco de Costanzo Festa, que en este mismo hilo reseñó Alberto Sosa: Magnificat, fragmentos de misas, motetes y madrigales. Una música de abrumadora y profunda belleza interpretada por el Huelgas Ensemble bajo la batuta de Paul Van Nevel. Sin duda, uno de los mejores discos de música antigua e, incluso, de otros repertorios que he podido escuchar.
Este también va dedicado a ti, Alberto. Muchas gracias.

Traté de leer la entrevista de Paul Van Nevel que Julio colgó en el foro mientras escuchaba estas músicas pero os imagináis que fue imposible, ni siquiera con música menos trascendente. Cosas de YBA. Me la leí al acostarme y me resultó muy interesante y entretenida, como ya esperaba. Gracias también a ti, Julio, por tu esfuerzo que, realmente, hay que valorar en su justa medida.

Un saludo,
Manuel Fernández

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Alberto Sosa
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Mensaje por Alberto Sosa » Mar 30 Oct 2007 7:46

MFG escribió:No quisiera despedirme sin antes mencionar el extraordinario disco de Costanzo Festa, que en este mismo hilo reseñó Alberto Sosa: Magnificat, fragmentos de misas, motetes y madrigales. Una música de abrumadora y profunda belleza interpretada por el Huelgas Ensemble bajo la batuta de Paul Van Nevel. Sin duda, uno de los mejores discos de música antigua e, incluso, de otros repertorios que he podido escuchar.
Este también va dedicado a ti, Alberto. Muchas gracias.
Un saludo,
Manuel, muchas gracias por el detalle.

Os animo a todos a que tratéis de conseguir esta preciada joya. Posiblemente se trate de la cima artística del maestro. Es un disco repleto de delicadeza, servida a través de la música más sublime, con evidentes motivos para la conquista del alma del oyente. Toda una obra de arte.

Saludos
Alberto
... y la música continuaba aún cuando el sonido había desaparecido.

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MFG
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Mensaje por MFG » Lun 05 Nov 2007 11:16

Alberto, el agradecido soy yo sin ninguna duda.
Parece que existe alguna posibilidad de encontrar el disco de Festa -y también el de Manchicourt- a través de Amazon-Francia que, a su vez, lo solicita a algunas tiendas que parece lo pueden tener en stock. No estoy familiarizado con este tipo de gestiones pero como tampoco es mucho dinero estoy gestionando un pedido y ya os contaré qué tal ha funcionado. Haré, pues, de conejillo de indias.
Un saludo.
Manuel Fernández

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MFG
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Mensaje por MFG » Lun 12 Nov 2007 23:51

Este fin de semana he continuado escuchando las obras de Charles Koechlin, compositor ya reseñado en este mismo hilo.

La célebre obra de Rudyard Kipling ?El Libro de la Selva? fascinó a Koechlin, que fue interiorizando y madurando durante largos años una visión musical del universo de Mowgli. El resultado fue su poema sinfónico titulado El Transcurso de la Primavera (La Course de Printemps 1908/1927) op. 95, una obra completamente absorbente con una orquestación adelantada a su tiempo; un trabajo denso, profundo, poético; capaz de interiorizarse ya en los primeros compases pero, a su vez, exigente en su escucha. Se divide en cuatro partes: Primavera en el Bosque, Mowgli, El Discurrir y La Noche. Estas ?imágenes? reflejan la parte final del libro de Kipling, cuando Mowgli comienza a explorar la selva acercándose al mundo de los humanos.

No fue el único trabajo basado en la novela de Kipling pero fue compuesto ya en su madurez, cuando Koechlin entendió que estaba preparado para abordar una obra orquestal de esta complejidad.

La segunda obra orquestal que integra el disco fue más tardía y está basada en la novela de su amigo el pacifista y Premio Nobel Romain Rolland, titulada ?Jean-Christophe? y publicada entre 1902 y 1912. Se trata de un díptico de dos poemas sinfónicos titulado Le Buisson Ardent op. 203 & 171 (La Zarza Ardiente, 1938/1945) que trata de reflejar y ensalzar la fuerza de la juventud, el resurgir de la vida en la primavera. Fue una especie de terapia para el propio Koechlin, que estaba en un momento de depresión personal por culpa de la II Guerra Mundial (él era también pacifista declarado).

Esta música participa de los mismos presupuestos orquestales que la anterior. Es de una fuerza evocadora notable, de una gran belleza y que demuestra, una vez más, el genio de este compositor para la orquestación.

Imagen

Título: La Course de Printemps) op. 95. Le Buisson Ardent op. 203 & 171
Orquesta de la Radio SWR de Stuttgart
Heinz Holliger, director.
Sello: Hänssler Classic. SWR Music. CD 93.045

Un saludo.
Manuel Fernández

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MFG
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Mensaje por MFG » Mié 28 Nov 2007 8:13

Si bien el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, es una de las piezas más conocidas y populares del gran repertorio, es también el más o uno de los más importantes conciertos para guitarra que se hayan escrito (sin olvidar el Concierto del Sur, de Manuel Ponce, ni el Concierto para Guitarra, de Heitor Villa-lobos). Sin embargo, como las verdaderas obras maestras, su incesante repetición no le resta un ápice de belleza ni de frescura.

De esta obra dispongo de varias versiones en CD:

- Sainz de la Maza y Ataúlfo Argenta (1948). Doremi.
- Narciso Yepes y Ataúlfo Argenta (1958). RCA.
- Narciso Yepes y García Navarro (1979). DG.
- Pepe Romero y Neville Marriner (1994). Philips.
- Julian Bream y John Elliot Gardiner (1994). RCA.
- Sharon Isbin y José Serebrier (2004). Warner Classics.

Y he escuchado varias más que, en conjunto, sólo representan una pequeña porción de todo lo que se ha grabado por ahí, si bien entiendo que es un conjunto selecto y representativo. No están todos los que son pero seguramente son todos los que están.

Es llamativo que el gran genio de la guitarra del siglo XX (con permiso de Agustín Barrios), el que la elevó a la categoría de instrumento de concierto, Andrés Segovia, jamás lo tocara en público ni lo grabara nunca. Pudo sentirse ofendido porque pensaba ser el destinatario de un concierto como este y se encontró con que Rodrigo terminó escribiéndolo para Regino Sainz de la Maza, quien lo estrenó en julio de 1940 y lo grabó por vez primera junto a Ataúlfo Argenta en 1948 (disponible como CD en Andres Segovia & his Contemporaries, Vol. 9. Doremi. http://www.jpc.de/jpcng/classic/detail/ ... sk=hitlist)

Merece la pena comentar que, mientras Rodrigo escribía el Concierto de Aranjuez, su esposa, Victoria Kamhi, abortó cuando llevaba el embarazo casi a término. Complicaciones asociadas a este suceso la hicieron caer gravemente enferma, poniéndola al borde de la muerte. Rodrigo sufrió, día a día, de forma desesperada, el incierto destino de su mujer y la pérdida de su primer hijo. Cuando regresaba a diario del hospital, abatido y completamente insomne, trataba de encontrar sosiego al piano recordando su luna de miel, cuando paseaba de la mano con Victoria por los jardines de Aranjuez. De estos pensamientos melancólicos surgió el maravilloso Adagio del concierto de Aranjuez.

Es curioso que este concierto, cargado de afectación y melancolía en su movimiento lento, sugiriese a los primeros intérpretes un tempo casi apremiante, como podemos escuchar en las intensas y sanguíneas versiones de Ataúlfo Argenta (es una observación puramente personal y anecdótica porque no dispongo de la partitura).

Realmente, no pretendo valorar ninguna de estas versiones, todas de gran altura, pero me atreveré a sugerir a quienes estén interesados en esta música que hagan una atenta escucha de la última versión que adquirí de este concierto. El solo de guitarra corresponde a la estadounidense Sharon Isbin.

Curiosamente, Sharon Isbin fue alumna de Andrés Segovia, quien le ayudó a interpretar obras de Manuel Ponce y dejó en ella una profunda impronta. Con el tiempo, Isbin ganó el concurso Reina Sofía de Madrid y fue invitada por Joaquín Rodrigo a su casa después de que éste escuchara una interpretación suya por radio del Concierto de Aranjuez. Fue en 1979. Su amistad con Rodrigo y Victoria comenzó entonces y perduró hasta la muerte del compositor, en 1999.

La música y los músicos españoles, por tanto, no le han sido ajenos a la guitarrista (como no podía ser de otra manera), que recibió una fuerte influencia de ellos a lo largo de su vida. De hecho, su hermano, ya muy enfermo de sida, le pidió que en sus funerales se escuchase el Adagio del Concierto de Aranjuez, como así fue. Dos días después, nuevamente, lo interpretó con la Sinfónica de Baltimore. No hay, por tanto, música que Sharon Isbin lleve más en el alma que esta.

Isbin, finalmente, fue premiada recientemente con el Grammy, siendo el primer guitarrista clásico en recibirlo desde hace 28 años.

He querido presentar con estos antecedentes una de mis versiones favoritas del Concierto de Aranjuez. Nada menos que la Filarmónica de Nueva York, con un sensacional José Serebrier a la batuta, acompañando, por vez primera, un solo de guitarra.

No digo más. El espíritu de Andrés Segovia se posó sobre los hombros de esta mujer, uno de los más grandes intérpretes de la guitarra clásica actual.
La escucha y el disfrute ya os corresponde a vosotros. Sólo un apunte más: este disco lo escuché en el Molino el fin de semana con las Apertura Altra. Fue un regalo para los oídos y, sobre todo, para la mente.

Imagen

Joaquin Rodrigo Concierto de Aranjuez
Heitor Villa-lobos Concierto para Guitarra
Manuel Ponce Concierto del Sur
Orquesta Filarmónica de Nueva York
Director, José Serebrier
Guitarra, Sharon Isbin
Warner Classics. B00069KFKK


Saludos.
Manuel Fernández

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MFG
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Mensaje por MFG » Mar 11 Dic 2007 23:40

Perdón por esta obviedad. Sé que es un disco ya desgastado por las alabanzas. Un clásico. Aún así, es tal el disfrute de escuchar el saxo de John Coltrane acariciando esa voz de la caverna que es la de Johnny Hartmann, o a la inversa, que no me resisto a recomendarlo a todo el que tenga una mínima curiosidad por el Jazz.
El disco que tengo es un híbrido sacd/cd en mono y su correspondiente versión en estéreo

Imagen

Título: John Coltrane & Johnny Hartmann
Sello: Impulse Records (2004). B0000DZ3GW.

Saludos,
Manuel Fernández

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sotil39
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Hola

Mensaje por sotil39 » Mié 12 Dic 2007 1:01

Yo tambien poseeo, y varias versiones del concierto de Aranjuez.... Como funciona ese que nos nombras????
Un saludo.
Recomendad a vuestros hijos que sean virtuosos, sólo la virtud puede traer la felicidad, no el dinero. [ Ludwing Van Beethoven ].

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MFG
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Mensaje por MFG » Mié 12 Dic 2007 23:46

Pues no pensando especialmente en si la técnica de Isbin es mejor o peor que la de otros destacados guitarristas clásicos. Sería meterse en un callejón sin salida. Me dejé guiar por las sensaciones. Y percibí alma, expresividad y poesía en su interpretación, con un perceptible rubato ?marca de la casa?.

Por otra parte, el gran director uruguayo José Serebrier puso en solfa a la Filarmónica de Nueva York, obteniendo una respuesta orquestal sensacional, a la altura o superando incluso, a mi juicio, las versiones de Neville Marriner (Academia de St. Martin-in-the-Fields), Johnn Elliot Gardiner (Orquesta de Cámara de Europa) y García Navarro (Sinfónica de Londres).

Los tempi son amplios pero no pesantes, creando una atmósfera evocadora e intimista en perfecta conjunción con el sentimiento aportado por la solista. La grabación, además, es muy buena. El propio maestro Rodrigo alabó una versión anterior de Sharon Isbin, definiéndola como una de las mejores interpretaciones que había escuchado nunca de su concierto. Se trataba de la versión de Virgin (Orquesta de Cámara de Lausanne, dirigida por Lawrence Foster), con unos presupuestos interpretativos similares a la actual pero con el problema de que, en la grabación de aquel concierto, el ingeniero consiguió que la guitarra quedara ninguneada por la orquesta en numerosos pasajes. No es este el caso, todo lo contrario, la separación (que no desarticulación) entre los planos de la solista y la orquesta está realmente conseguida.

Un saludo,
Manuel Fernández

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